FUENTE:Fundación de Investigaciones Sociales, A.C.

MÉXICO

La historia del vaso rojo se remonta a los años 30 en Chicago, Estados Unidos, cuando se funda la Paper Container Manufacturing Company, dedicada a fabricar vasos de papel en forma de cono, que seguramente has visto (o viste) cerca de algún dispensador de agua. Este cono fue llamado «Solo cup», y debido a su éxito, la empresa se rebautizó con el mismo nombre en los años 40. Sin embargo, no fue sino hasta los años 70, que la compañía¹ lanzó al mercado el «Red Solo Cup».

Este vaso rojo desechable se convirtió rápidamente en un éxito y con el paso del tiempo se estableció como un componente casi obligado de fiestas y reuniones.

Debido a su popularidad, otras compañías empezaron a fabricar vasos rojos, lo cual comenzó a dificultar la identificación de los originales, motivo por el que en 2009, la compañía decidió cambiar el clásico diseño redondo y comenzar a fabricar vasos rojos cuadrados.

Curiosamente, en torno al vaso rojo siempre ha circulado una creencia bastante extendida: que las diferentes líneas que lo caracterizaban estaban hechas para señalar la cantidad que se debe servir de distintas bebidas con alcohol. 355 ml para cervezas, 150 ml para vinos y 30 ml para destilados.

Sin embargo, en el año 2015, buscando la veracidad de este hecho, la revista electrónica SNOPES se puso en contacto con la compañía, quienes respondieron:

«The lines on our Party Cups are designed for functional performance and are not measurement lines. If the lines do coincide with certain measurements, it is purely coincidental»²

De esta manera, se disolvió el mito: Las líneas no pretendían ser medidas estándar, pero curiosamente se aproximaban bastante.

En México, las medidas de trago estándar son:

Servidas de esta manera, todas aproximadamente tienen la misma cantidad de alcohol puro. O lo que es lo mismo, si te pasas, emborrachan por igual.

Pareciera que alguien involucrado en la creación del vaso rojo conocía algo acerca del trago estándar o quizá fue la cultura popular, quien atribuyó ese significado a las líneas. Ciertamente, las bebidas se deben servir en cantidades distintas, siguiendo el principio: A mayor porcentaje de alcohol, se sirve menor cantidad.

El vaso rojo ha ganado tal fama que en el año 2011, ¡Toby Keith incluso le dedicó una canción! Y ni hablar de la gran cantidad de juegos que se realizan con ellos, que por cierto, frecuentemente conllevan el consumo excesivo y explosivo de alcohol. A este respecto, la compañía ha manifestado no estar de acuerdo con que su producto se vincule con juegos para beber. Después de todo, nadie quiere que se le asocie con el consumo de menores de edad o a los riesgos asociados al uso nocivo del alcohol, como son: colisiones vehiculares, congestiones, peleas o lagunas mentales; que pueden ser consecuencias de esta manera de beber tan desmedida.

Es por ello que recomendamos que, si eres una persona adulta y decides beber, lo hagas con responsabilidad y moderación.

Si lo que quieres es aprender a medir las bebidas, mejor adquiere los instrumentos adecuados como un jigger y aprende a servir como un profesional.

Si quieres conocer más sobre cómo servir las bebidas, visita nuestra calculadora de tragos estándar y explora nuestro portal: www.tragoestandar.org.mx

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